lunes, 5 de mayo de 2008

conciencia y compasion.

Entender el ser humano es comprender su estado de tránsito.

Por primera vez todo se reconoce.

Todo en el todo reflejado.

El ser humano es el vacío que crea universos a golpe de alma enamorada de alma y por tanto consciente.

El ser humano es la maquina mas perfecta de amar.

Y algunos buscan en la mente dual su trascendencia.

La clave de la mente es la no_mente y, ese estadio sólo pertenece a una tierra pura que permite que surjan vergeles en tierras áridas que es la infinita tierra de amar.

El amar nunca es un quiero.

Igual que la tierra recibe como una bendición el agua en la época de lluvias, su vacío, su vacuidad le permite que ese agua llene cada uno de sus espacios.

Por eso querer es un yo. Y, querer no es amar. Sólo amar es amar.

Además, una de las profundas claves del amor puro es su inteligencia.

El otro rostro del amor no es el odio.

El amor es un estado absoluto.

El amor sería uno de los rostros. Una de las caras de la moneda. La otra es la inteligencia.

La inteligencia en el sentido mas absoluto de la misma que es aquella que es inteligencia pura porque no se escinde.

Dices amor, y dices inteligencia y, es tanta su plenitud y presencia qué no tiene cabida otra situación.

No tiene cabida otra situación.

No lo tiene.

Amor saca amor.

Si por un instante la gente que busca la excelencia, tuviera esto en cuenta.

Yo lo llamo, 'amor en desesperanza' que es aquel que ama porque ama, sin ningún tipo de espera o esperanza pues eso supone la ausencia de fe de aquello que está integrado en un todo, sin diferencia.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales alias maestro zen.

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