jueves, 31 de julio de 2008

conciencia y compasion.

Todo es conciencia y todo es compasion.

Solo, que la nada es todo, y el todo es nada, en la misma dimension.

No hay ninguna diferencia y si hay un gran abismo, un gran socabon.

Ese abismo, ese socabon es amor.

Amor que puede ser lo que es el conocimiento directo de dios.

El dios interior.

¿Que te digo con ello?

Es sencilla la consideracion.

Si tu te portas como un humano tendras la miseria de un humano.

Dios es una emocion y el ser humano es una idea o una creencia.

Dios es un estado de conciencia donde, el humano alcanza la verdadera dimension que en zen llamamos no_yo.

Pero, de verdad, no_yo, impresiona menos que dios.

Tu dios interior que se armoniza con un dios cosmico que es la expresion natural de la creacion.

Dios es mi dios, que a la vez es dios y ademas me da un hermano tonto que es mi yo.

En todo ello solo hay algo que esta por encima de eso.

Es la conciencia absoluta de que todo esta unido, porque la separacion es solo un mapa mental que tu has creado.

Eres estupido y buscas separaciones estupidas como bueno y malo.

Pero sobre todo, la mas estupida es aquella, que te aleja de lo sagrado.

Simplemente, no sabes que eres, aquello que no eres.

Mas o menos, aquello que ves, es solamente, una ilusion.

No hay nada debajo.

Y lo que hay es sagrado.

Quiere esto decir que si lo llamas vacio, te quedas sin involucrarte con ello.

Y la vinculacion emocional al no_yo, viene determinada por, aquellas creencias que tengas con lo sagrado.

Y muchas veces, oriente, te presenta una deidad edulcorada.

Que aunque sea mas facil de tragar, no produce el mismo impacto.

Esa sensacion de conmocion entre el presente y el pasado, viene determinada por tu vinculacion con los estados puros de magia.

Y en ello, hay dos palabras que ofrecen ofensa a nuestro pudor.

Una es amor, la otra es dios.

Y creeme, no existe nada mas que sea necesario en tu corazon para el establecimiento de un codigo espiritual, moral, de la emocion.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.

domingo, 27 de julio de 2008

Emocion de ti

La vida es emocion de TI.

tu en TI.

Suena gracioso.

Es una emocion infinita y directa.

Antiguamente había discos de vinilo.

En ellos.

Si tu ponías la cara A no se podía escuchar la B.

Era fácil y se entendía.

No es como lo CD de ahora.

En aquella época, música y letra se quedaba impresa en el relieve de el disco.

Se le podía llamar karma.

Es muy sencillo.

Cada sonido, cada palabra necesitaba ser impreso para qué una aguja lo rozara y esa vibración fuera absorbida hacia el interior para ser multiplicada.

En cierto modo eso eso qué sucede.

El disco es un karma qué se te introduce,

La aguja es tu mente.

Y el equipo multiplicador es tu cerebro.

Concretamente, la no_mente.

Ya solo puedes repetir esa canción.

Y eso eso es karma.

A no ser qué des la vuelta al disco.

Si tu yo era la cara A. No_yo es cara B.

Puede qué en algún caso, como fue el mío, al cambiar el disco puede qué este se te caiga

Pero si sigues moviendote, no hay problema.

Es el momento de meditar.

En ese momento fábricas en tu interior un nuevo disco.

Infinito

Sin karma.

Sin ninguna canción escrita.

Esa es la experiencia de tu en TI.

Se te rompe el alma.

Eres dolor en el dolor.

Alegría en la alegria

La emocion es ahora una página vacía, donde según es escrita la situación su tinta, de la misma forma es diluida.

Esta sensación es la espera de la llegada del amor puro.

Amor puro es amor en conciencia.

Amor en amor.

Y es una circunferencia.

Un círculo qué encierra la perfección en ella.

Está idea de autoreflexion de una emocion sobre ella, produce su purificación. Pues es amor qué amor refleja.

Solo hay puede surgir la idea de Dios.

Dios como un estado absoluto de conciencia del amor en el amor.

A ese Dios, a esa fuerza, se accede por la oración, qué se llama poieo. Y de la qué surge el término poesía, donde las palabras se unen a una música infinita.

Dios está en ti.

Ahora eres.

Tu en TI.

...no le busques sentido, no lo tiene.

miguel mochales, maestro zen.